Todo comenzó cuando la empresaria estadounidense Ruth Handler, cofundadora de la empresa de juguetes Mattel, observaba a su hija Barbara jugar con muñecas de papel. Pensó que aquellos juegos que activaban la imaginación podían ir mucho más allá con una muñeca de tres dimensiones que permitiera a los niños y niñas representar y soñar con futuros roles y profesiones.
Sin embargo, a lo largo de su historia, Barbie ha enfrentado algunas controversias relacionadas con su físico, su impacto en las percepciones de belleza con estándares corporales poco realistas, estereotipos y cosificación de la mujer. En este sentido, Mattel ha introducido en los últimos años diferentes tipos de cuerpos, tonos de piel y estilos de cabello, para reflejar la diversidad y promover una imagen más positiva y real.